martes, 3 de marzo de 2009

A un país lejano

Por fin he vuelto al sitio de donde realmente soy. He pasado todo un año en un lugar desconocido aprendiendo de gente desconocida, de costumbres extrañas, todo era nuevo para mí.

Llegué a Dublín a principios de año. Hacía un frío terrible, y todo estaba recubierto de una preciosa capa de nieve blanca, y todas las calles estaban adornadas de los adornos de Navidad que aun estaban por quitar. Ese día conocí mi nueva casa, y la que sería mi nueva familia por todo un año. La casa era bastante grande y bonita, con un jardín que tenía un precioso roble nevado y unas flores escondidas por el frío. Mis nuevos familiares eran una mujer de entre treinta y cinco y cuarenta años, que parecía bastante simpática, una chica de dieciséis que parecía con ganas de enseñarme todo lo nuevo, y un hombre de la misma edad que su mujer.

Pasé todo el invierno conociendo las calles de mi nueva ciudad, a mi familia y a mi nuevo colegio. Esa ciudad me fascinó, más que la ciudad en sí, sus alrededores. Tenía unos paisajes llenos de fantasía y belleza.

La nieve iba deshaciéndose poco a poco, haciendo ver el tímido verde que unas semanas después seria totalmente visible. Tres meses habían sido suficientes para poder comunicarme bien con mi familia y con mis nuevos compañeros de clase. El hombre, Patrick, trabajaba en una empresa y solía pasarse el día hablando del trabajo con su mujer, y ha hablar del colegio conmigo y con su hija. Su mujer, Molly, tenía una extraña obsesión con hacer tartas el fin de semana, y la chica, Cathleen, se pasaba todo el día explicándome las costumbres de su país.

Por fin llegó el verano y pude bañarme en las frías aguas de las afueras de Dublín. Me acompañó Cathleen, y alguno de nuestros amigos. Fue bastante extraño, tan solo los conocía de unos meses y es como si nos conociésemos de toda la vida.


Pronto se pasó el verano, el año en sí, y cuando me quise dar cuenta, volvíamos a invierno, donde la nieve volvió a cubrir todas las calles. Aunque quedaba poco para que me fuese, ese año celebré la Navidad con ellos. Fue una Navidad, especial y única para mi. Aunque dudo que la pueda repetir, siempre podré visitarlos en vacaciones.


Sonia García Crespo
4º-B

(Inspirado en De un país lejano, de Ángela C. Ionescu)

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