jueves, 19 de marzo de 2009

El tesoro del lago de la Plata

El sudor corría por mi frente. Con los ojos llenos de locura mirando a ninguna parte…

No podría hacer nada más que esperar, esperar hasta que llega su hora. No sabia, ni tampoco intentaba hacer algo para evitar lo que va ha pasar. He quedado el último de mi grupo. Todo lo que he intentado hacer ha resultado inútil. Debíamos escuchar cuando nos hablaban de la maldición del tesoro, pero estábamos ciegos por conseguir el dinero y la fama que podría traer este tesoro.

Éramos diez hombres: cinco científicos, dos arqueólogos, un escritor y dos exploradores. Hemos pasado tres meses buscando la información en bibliotecas y en posibles artículos en los periódicos. No encontramos mucho pero havia una leyenda, y barios artículos que hablaban de lo mismo, que la gente que ha ido ha buscar el tesoro no volvió ni han sido encontrados sus rastros. Nosotros no hemos dado mucha importancia a este articulo, lo que mas preocupaba era la leyenda en que decía:”Hace miles de años los vikingos que volvían después de guerra llevaban en su barco mucho tesoro arrebatado de sus enemigos no han podido compartirlo entre ellos, su brillo y piedras preciosas, coronas de reyes, no dejaban tranquilo a nadie y empezaron a luchar hasta que murieron todos. El barco se hundió con los cuerpos y el tesoro que llevaba la sangre de ellos.

Y dicen que si cualquier hombre se atreve a cogerlo, morirá.”

En el octavo mes nos fuimos al lago, un error que a cado hombre le costo su vida.

Tres meses estábamos buscando y observando el lago. Las noches eran oscuras sin ninguna estrella en el cielo, solo el brillo en los ojos de los lobos que se veía en el bosque. Nadie no bajaba del barco por el a ellos.

La maldición se cumplía cuando al final encontramos el tesoro. Faltaban solamente dos semanas para que pasase un año de nuestro trabajo. Al principio eran risas y gritos de felicidad. Pero ninguno de nosotros jamás volvería vivo a casa.

Kristina Tarasova
4º A



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