domingo, 8 de marzo de 2009

El caso del gatito imprudente

CARTA DE UN FUGITIVO
Querida mamá gata,
como ya habrás oído, la Inteligencia Gatuna me busca por revelar el histórico secreto egipcio del dominio del felino sobre el hombre. Ahora me encuentro al seguro y quería despedirme con esta carta. Siento no haber podido escribirte en todo este tiempo, pero llegó la hora de contarte todo lo que paso en este año de vida, desde que me fui.
Todavía recuerdo el día en el que el Consejo Felino me encomendó la misión de espiar a los humanos como una mascota, un gatito dulce y cariñoso. La verdad es que tuve varias complicaciones a lo largo de mi misión y lo siento mamá. Se que en aquel momento estabas orgullosa de que un gato tan pequeño como yo tuviera una responsabilidad tan grande y una misión que cumplir. Fui imprudente, lo siento.
Aquel día de verano fui por las calles buscando alguna persona que me acogiera en su casa, tal vez alguna niña pequeña y llorona.
Encontré una chica alta y delgada que salía de su casa y me dirigí hacia ella, le rocé los tobillos con la cola para parecer más cariñoso y una semana después comía, dormía y vivía en su casa. Ella tenía un novio insoportable pero yo no hacia caso a esos detalles. Estaba demasiado ocupado observando a mi dueña, bellísima. Pronto pasó el otoño y llegó el invierno y yo había dejado totalmente de parte mi misión. Gozaba con la vida que tenía y amaba a mi dueña más que a nadie.
Me deje llevar, me avergüenzo de ello y lo siento.
Un día a principios de junio, le conté que sabía hablar y que nosotros gatos eramos mucho más inteligente que cualquier otra raza, más que esos perros inmundos que babean por todas partes. Pensó que enloquecía y fue a buscar ayuda. Me equivoqué al hablarle de nuestro secreto, pero pagué por ello. Se la llevaron, el Consejo modificó su memoria como la de un ordenador que se formatea. Estoy tan arrepentido. Te hecho de menos mamá gata, pero tendré que huir y confío en que me recuerdes como el cariñoso gatito que correteaba persiguiendo pelusas.
Con cariño,
Sam
“El caso del gatito imprudente” de Erle Stanley Gardner
Antonella Gentile 3ero D

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