viernes, 13 de marzo de 2009

EL OSCURO ASESINO

Eran las cinco de la tarde, era viernes, teníamos que salir del colegio.
Ese tipo de tarde de invierno en el que tienes que ir tapado de pies a la cabeza.
Estaba todo lleno de nieve. Por eso nos quedamos atrapados en el colegio, e íbamos de mal en peor ya que no había luz.
Nos preparábamos para pasar la noche y esperar al día siguiente para ser rescatados.
A las dos horas de estar encerrados David se fue corriendo al baño. Inmediatamente salió corriendo el profesor detrás para ver lo que pasaba, y el profesor alterado le respondió que David estaba herido. Enrique del susto salió corriendo para el baño a ver como pdía haber pasado pero cuando llegó era demasiado tarde David estaba muerto.
Enrique volvió a donde todos nos encontrábamos esperando noticias impacientemente. Nos contó que no pudo hacer nada por David ya que lo encontró muerto. Al rato de que Enrique nos hubiese contado todos los detalles, le preguntamos al profesor que cómo podía estar muerto David de un momento para otro ya que el tiempo que tardó Enrique hasta llegar al baño fue de tres minutos era imposible que se hubiera desangrado tan rápido.
El profesor se defendía como podía de las fuertes acusaciones que le hacíamos todos.
Aunque el único que defendía al profesor era Enrique.Ya que él había escuchado a David gritar cuando él estaba de camino para el baño. Así que, esa declaración de Enrique hacia el profesor dejara de ser sospechoso. Todos estábamos muy sorprendidos así que nos quedamos pensativos intentando descubrir que podía haber pasado.
Al día siguiente vino la policía empezó a investigar el caso, nos interrogaron uno a uno sin dejarse a nadie para descubrir quién había asesinado a David todo el mundo habló menos Enrique. La policía no sabía a qué venía el silencio de Enrique así que lo interrogaron hasta cinco veces, pero no conseguían nada hasta que le mostraron una camiseta de David con sangre. En ese momento Enrique confesó y admitió haberlo matado. La policía sin dudarlo lo llevó a la cárcel. Cuando se cumplió un año de su encarcelamiento me llamó a casa para decirme que lo sentía y sin decirme nada más me colgó.
No supe nada más de él desde ese día.
Luca Parisi 3ºB

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