El tren 365
Claudia, era una chica de 21 años, rubia, de tez blanca y con ojos azules.
Cada día a las 8.15 cogía el tren para ir a la universidad.
Un día lo vio … era un chico moreno, con ojos color miel.
Se miraron por un momento y quedaron enamorados perdidamente.
El se acercó y le entregó su tarjeta, sonriendo. Claudia, no se atrevió a decir nada, solo le devolvió la sonrisa.
Estaba feliz, algo en su corazón le decía que ese chico sería el hombre de su vida.
Esa misma tarde cogió la tarjeta y a pesar de que sus piernas temblaran, se armó de valor y lo llamo….así comenzó esa historia de amor.
Quedaron para verse al día siguiente en un bar., charlaron, bebieron, rieron y comenzaron a conocerse.
Pasaron cuatro horas y parecían apenas unos minutos.
Salieron del bar y él la invitó a ir a su piso, ella dudando un instante, aceptó.
El le pidió que se quedara esa noche y así lo hizo….Durmió en los brazos de “David”,· ese príncipe que tanto soñó.
A la mañana siguiente cuando despertó, el había preparado el desayuno. Claudia pensó … es el hombre perfecto.!!
Desde ese mismo momento decidieron compartirlo todo y Claudia se mudó para su piso.
A la mañana siguiente, cuando se dirigían a coger el tren, Claudia se encontró con un viejo amigo.
A la noche de regreso a casa, David estaba muy enfadado, los celos se apoderaban de él.
Tras un rato de intercambiar palabras, David la golpeó brutalmente. Ella, atrapada por el miedo, lloraba… y el más la golpeaba.
Luego se disculpó y juro que jamás volvería a suceder eso.
Pero no era cierto, cada vez que ella opinaba diferente, recibía golpes.
Una mañana desesperada, cogió el tren, para nunca volver.
David, salió a su encuentro, no quería perder a la mujer que tanto amaba.
Ella creyó en el una vez más, y en aquel vagón donde había comenzado esa historia de amor, él sonriendo se acercó, le clavó un puñal en el corazón y sin más se bajó.
Una historia como tantas que refleja que el verdadero amor se confunde con posesión y es capaz de cometer los errores más atroces.
Fabiana Zarzay 3º D
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