domingo, 8 de marzo de 2009

LOS NIÑOS DE LA GUERRA


MÁS VALE NO JUGAR CON LA REALIDADOs voy a contar una historia, trágica pero real.El doce de setiembre de 1972 unos niños de siete años, estaban pasando por una gran guerra. Ellos inconscientes de lo que pasaba vivían la vida, como cualquier niño, uno de los niños el más atrevido del grupo se llamaba John, el más tímido Michael y el que era más responsable Paul. John y Michael eran lados opuestos, se llevaban bastante mal, pero gracias a Paul, que era intermedio, se llevaban bien.En enero de 1973 cumplía años Michael, a su cumpleaños asistieron todos los amigos de su aula, pero el solo dedico toda su atención a Paul y John sus amigos del alma.En esos tiempos la guerra era horrible no se podía andar por la calle, pero igualmente los tres salieron a jugar a guerrillas. El sonido de las bombas al caer hacían el juego más real, media hora después vieron a un soldado y se fueron corriendo. Cuando llegaron a casa de Michael cansados de correr y asustados, se fueron a comer la tarta. Michael feliz de cumplir ocho años se despidió de sus amigos y se fue a dormir.Cuando se despertaron ya entraba el sol por sus habitaciones, se vistieron y salieron corriendo a encontrarse. Cuando se encontraron empezaron a jugar, como siempre a guerrillas, jugando se enojaron de manera que se llegaron a pegar. De lo tan enojados que estaban no se hablaron hasta pasar cuatro meses, que fue cuando los soldados de su ciudad pasaron a buscar a mujeres y niños por las casas para llevárselos con tren a un lugar más seguro.Volvieron a encontrarse en la estación, y al verse no lo dudaron ni un instante corriendo a abrazarse. Contentos de haberse reconciliado esperaron al tren pero no llegaba, y al rato recibieron la noticia de que el tren había estado bombardeado.Pasaron cuatro meses largos.Un día jugando a que estaban en un campo de batalla, se metieron dentro de uno real, los niños al darse cuenta ya era demasiado tarde.Les tiraron una granada y murió Paul. Y John y Michael aprendieron a no jugar con la realidad. Judith Perna 3ºB

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