El misterio de los hermanos siameses

1 de Enero, 2009

Esta es la historia de los hermanos siameses, unidos por el tronco y su desarrollo en un año. Ellos tenían 16 años, uno era el simpático y el antipático. Juan es el antipático, que solía estar de mal humor, ya que no aceptaba lo que le pasaba y Jorge era el simpático que por costumbre estaba siempre de muy bien humor. Aun así que tuvieran 16 años, les quedaban muchas cosas por aprender, cosas buenas y cosas malas.

El día a día se les hacia difícil, bañarse, a la hora de ponerse de acuerdo en algo, comer, dormir, hacer sus necesidades.

Aunque el mayor reto para ellos es ir a la escuela. El tener que usar una silla de dos, una mesa más grande, los amores, aunque pare eso tenían un sexto sentido que solo dos hermanos siameses pueden tenerlo, el que a veces piensan y opinan lo mismo así les es más fácil a la hora de comunicarse.

Jorge llevaba flirteando con una chica que le gustaba, aunque por mucho que la quisiera algo le molestaba, él no paraba de decirle a ella que nunca podrán tener la intimidad que una persona puede normal podría tener y eso para él era injusto.

Era una sensación extraña la que ellos tenían, porque uno quería estar con la chica y otro irse a casa, aunque solo una de esas cosas podrían hacer.

Juan estaba harto de hacer siempre lo que Jorge quisiese, no entendía porque tenían que estar juntos para siempre, pensar eso lo deprimía. Jorge para año nuevo quiso invitar a esa choca tan especial para él.

En la fiesta Jorge tenía prohibido beber ya que al ser siameses compartían el mismo hígado. Jorge se lió con esa chica pero Juan no podía evitar escucharlos. Juan no paraba de preguntarse siempre lo mismo, el no se creía lo que les pasaba ni porque les tuvo que tocar a ellos. Así que arto de escucharlos y de llegar a tal grado de vergüenza, Juan se emborracho mientras Jorge se liaba y al cabo de una hora iban borrachos los dos.

Todas las miradas iban para Jorge, el fiestero, así que la novia de dejo gracias a su hermano. Y así fue como acabaron el año los dos hermanos. A pesar de todo, aprendieron a asumir lo que les pasaba.

Feliz año 2010.

Jordi Paz
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