LA CASA DE VERANO

La casa de veranoCuando me desperté aquel día pensé que era una pesadilla, pero no, escuche el ruido del coche de papá en marcha, la verdad, ¿Porque me extrañaba? Cada año exactamente el día 13 de Junio a las 7 de la mañana papá y mamá estaban como locos por irse a aquella ‘maravillosa’ casa de verano, claro y mis hermanos también, como no, sentí como llamaban a la puerta de mi habitación y en ese momento me quería morir, ya estaba mi madre llamándome para que me vistiera que en 5 minutos nos tendríamos que ir de allí. Me vestí lo mas rápido que pude y cogí la enorme maleta que me esperaba en la puerta de mi habitación, bajé las escaleras lo mas rápido que pude, bebí un sorbo de zumo de piña y cómo diría un amigo mío: ‘pa’ la saca’.La verdad, no me preguntéis cuanto tiempo estuve en aquel coche porque no lo sé, mira si no fueron 500.000 horas no fueron ninguna … Cuando por fin salí del coche y cogí mi maleta lo primero que hice fue observar una pequeña casa que el año pasado no estaba, era bastante moderna para ser una casa de campo y muy bonita también tengo que reconocerlo, pero bueno no le di mas importancia y me fui a dejar las cosas a mi preciosa y espaciosa habitación de verano, claro que no era preciosa, ni mucho menos espaciosa pero no te puedes esperar mas de una casa de campo. Esa noche no pude dormir nada, una de las cosas que tienen las casas de campo es que por las noches los mosquitos no te dejan en paz, le debo gran parte de culpa a mi hermano pequeño Jacob que el año pasado me rompió la mosquitera. El sol entraba por la gran ventana de madera de la habitación, parecía mentira que hubiera aguantado toda una noche sin mosquitera, pero así era. Me vestí y fui a la cocina a desayunar, cuando comí aquellas tostadas con mermelada fui corriendo a fuera al aire libre a escuchar música, me senté al lado de un pequeño río que pasaba por allá al lado de casa, encendí el mp4, me tumbé en la hierva y cerré los ojos para relajarme un poco. Por cierto, no sé si lo habré dicho antes pero me llamo Iris y tengo 16 años, supongo que ahora podréis deducir porque no me hace mucha gracia pasar el verano en una casa de campo, en resumen, soy una adolescente.
Ainhoa García Martín 3r D.