viernes, 27 de febrero de 2009

Los escarabajos vuelan al atardecer

Nuestro amor empezó una bonita y soleada tarde de verano, Clarise y yo tumbados al espectacular atardecer de la laguna roja.

Yo havia salido a despejarme y estirar las piernas. Allí la vi, una bellísima chica de pelo rojizo, con unos ojos capaces de hipnotizar a cualquier hombre de la tierra, tumbada al sol, que aún la hacía más bonita y resplandeciente, tenía carita de ángel, y con aquel pelo cobrizo...No tenía más que mirarme para que cayera rendido a sus pies.

No pude resistirme a quedarme un rato mirando, bueno la verdad es que me quedé embobado mirándola, ella me miró durante una fracción de segundo, pero fue suficiente para darme cuenta de que estaba ante una diosa.

Me senté y me quede mirándola...

No sabía que hacer ante esa belleza, estaba indeciso, nervioso, me sudaban las manos. Pero lo tenia muy claro si me miraba una segunda vez, me acercaría hablar con ella. Y así fue. Y como ya lo pensado me acerque, y le dije:

-¡Qué bonito atardecer! ¿no crees?

No me respondió, pero en ese momento no me importo. Con un simple gesto y con una mirada me dijo que me sentara cerca suyo.

En ese mismo instante me quede sin palabras. Estuvimos un buen rato al la luz de el sol, que era del color de su precioso cabello mirándonos sin pronunciar ni una sola palabra.

Cuando por fin me decidí a hablar lo único que pude hacer fue admirar su belleza, cosa que ya estaba acostumbrada pero aun así se lo tuve que decir.

Poco a poco nos fuimos conociendo. La verdad es que estábamos hechos el uno para el otro.

Las horas a su lado pasaban demasiado de prisa, llevábamos un par de horas juntos y me habían parecido los diez minutos mas cortos de mi vida.

Era tal su belleza, que parecía que a su alrededor todo sucedía mas despacio.

Pasamos la noche en aquel maravilloso lugar. A la mañana siguiente desperté con su cabeza en mi pecho, ella ya llevaría un rato despierta pero no quiso despertarme a mi.

Tal como habíamos visto el atardecer, vimos el bonito amanecer. Un precioso espectáculo, dio la bienvenida al nuevo día. Millones de escarabajos de todos los colores que se puedan imaginar.

Desde entonces Clarise y yo nunca mas nos volvimos a separar. Y el mismo día de cada verano vamos a recordar aquel bellísimo momento.


Pau Moreno Poblet
AO




No hay comentarios:

Publicar un comentario