El cartero siempre llama dos veces

Era un día muy caluroso. Por la calle asomaba un coche, negro, muy elegante.

Se paró en la casa justo delante de la mía.

Cuando se abrió la puerta del coche salió una mujer, con una melena rubia impresionante. Por la otra puerta salió un hombre bastante viejo.
Estaba deseando que llegara una carta para ellos, ya que, yo era el cartero. Y llegó ese día.

Les deje la carta en el buzón, cuando de repente salió la mujer que había visto unas semanas antes. Se acercó hasta a mí y comenzamos ha hablar.

Ella cogió las cartas y se entró para su casa. Y yo seguí mi ruta.

Cuando llegué a casa me puse a mirar por la ventana a ver si la veía.
Todos los días miraba pero nada. No la volví ha ver hasta el 31 de diciembre. Estaba igual que la última vez que la vi.

Coincidimos en una discoteca los dos habíamos ido a celebrar la despedida del año. Se me acercó y empecemos ha hablar, así durante toda la noche. Cuando nos íbamos me pidió el número del móvil, porque quería llamarme cuando no estuviera su marido.

No tuve que esperar mucho tiempo, al día siguiente me llamó me dijo que su marido se había ido de viaje.

Cuando llegue a su casa no me dio tiempo a que me quitara la chaqueta que ya se había tirado a mis brazos. Nunca había pasado una semana tan apasionada como esa.

Pero nuestra historia duro poquito. A las dos semanas me dijo que no podíamos vernos más porque se había quedado embarazada y como su marido estaba operado no quería que sospechara nada. Me dijo que lo intentaría ocultar.

Hasta los cinco meses que empezó a sangrar, su marido asustado la llevo al hospital. Cuando salio el medico le dijo: - Lo sentimos mucho no hemos podido hacer nada por el niño.

Él no entendía nada. El médico le explico que su mujer estaba embarazada de cinco meses.

Hoy que hacia un año que se habían mudado, se enteraba de que su mujer le era infiel.

Él se fue. Nuca mas volví ha verlo, ni a ella tampoco.


Eva Lanero Sánchez
4ºA