
Este hombre tuvo fama y dinero. Se había dedicado a lo que más le gustaba, la música. Era un músico tan bueno que le llovían ofertas de trabajo. Todos querían que tocara en sus fiestas, en los conciertos que se organizaban, en clases de música… Siempre aceptaba, y por eso nunca le faltaba dinero.
Lo tenía todo. Todo excepto un amigo, alguien con quien compartir sus riquezas. Sí, era querido en su barrio y todos le echaban una mano si era necesario, pero no era más que el vínculo entre vecinos, y él ansiaba tener un amigo de verdad.
Se dedicó a dar la vuelta al mundo, en busca de alguien que le comprendiera y quisiera compartir risas y llantos con él.
Tras diez meses de incesante búsqueda por varios países, encontró un hombre pobre que vivía en un pueblecito en Níger. Si el músico buscaba un amigo, este hombre buscaba riquezas para sacar a su familia de la pobreza.
Éste le confesó que él también había sido un músico de éxito, pero la fama no es eterna y alguien le robó el trono. El músico se apiadó de su nuevo amigo y decidió hacerle vivir a él y su familia una vida repleta de lujos y esplendor.
No debió fiarse, porque antes de que pudiera darse cuenta, el hombre ya le había robado todo lo que tenía y había huido con su familia a algún país desconocido.
El músico se consoló pensando que su “amigo” por fin podría vivir sin problemas, y que él podría seguir tocando.
Regresó a casa, pero a él también le habían robado el trono. Ya no era un músico famoso, tan sólo era un músico que trataba de ganarse la vida. El mundo se le derrumbó.
Un hombre camina despacio por una calle muy transitada en plena Barcelona. La gente se choca con él y pasa con prisas a su alrededor, pero nadie se da cuenta de que está ahí, nadie le ve.
Cati Mariani
4º A
molaaaaaaaa!!1
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