
Empiezo mi historia el 6 de enero de 2008. Ese día estaba muy contento con los regalos de mi familia y mi trabajo: maniobrar los trenes para que estuvieran listos para el viaje hasta Madrid-Sevilla. Pasaban los días, la misma rutina de siempre, hasta que en agosto uno de los maquinistas se puso enfermo y lo tuve que suplir. Estaba un poco nervioso ya que era mi primer viaje en AVE. Me puse la gorra y bajé por las escaleras que me llevaban al andén donde estaba mi tren. La gente se despedía de sus queridos y subía al vagón, pero me extrañó dos hombres vestidos de negros con gafas, subieron al vagón corriendo y sin despedirse de nadie.
Ya estábamos cerca de Madrid y empecé a frenar; pero el tren no paraba. Alguien había saboteado los frenos y también los de emergencia. Avisé a la centralita de Atocha y se quedaron atónitos ante mi comunicado. Me fui de la cabina y, contradiciendo los protocolos de emergencia, avisé a los pasajeros de lo ocurrido. Estaban muy nerviosos y el primero era yo. Hablé otra vez con la centralita y me dijeron interrumpirían el suministro de energía para intentar la pérdida total de velocidad e inercia. Fue brusco el frenazo, pero, después de que todo el mundo ya estuviera a salvo, los dos hombres de negro me cogieron, saltamos del tren a un todo terreno que estaba paralelo al AVE. Me llevaron con un jefe de la mafia rusa y allí me encerraron.
Ha pasado mucho tiempo. Me dijeron que era 6 de enero de 2009. Irónicamente, me ofrecieron un regalo. Pedí mi liberación y se rieron. Por eso opté por algo material: un simple cuaderno y un bolígrafo. Acabé escribiendo estas letras. No entiendo nada. Sólo imagino que de aquí a pocas horas me van a matar. La vida es absurda.
Edgar Cabrera Mora
4º A
yo siempre con los trenes XDXDXD
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