El caso de la chica vacilante

Esta historia transcurrió alrededor del año 1997. Mi nombre es Jenny y lo que voy a contaros es algo que me pasó a mi, algo que me pasó por culpa de mi personalidad. De todo esto ya hace tiempo, puede que cinco o seis años.

Yo entonces tenía dieciséis años y vivía en un pueblo de Barcelona, con mis padres y mi hermana pequeña; María, de diez años. Estábamos en junio, yo había acabado la ESO y estaba de vacaciones. Julio y agosto estuve yendo a la playa. Algunos días íbamos a fiestas, algunas veces fumaba porros o bebía, pero yo controlaba, no tenia de que preocuparme.

Un día de septiembre mi padre nos reunió a la familia en el salón de casa. Tenía algo muy importante que decirnos. A finales de noviembre nos mudaríamos a Madrid, por el trabajo de mi padre.

A finales de noviembre nos mudamos a Madrid, allí empezaría una nueva vida, en un instituto de allí, y conocería a otras personas. Nos compramos un piso cerca del centro.

En el instituto, yo era muy borde con la gente de allí. No conseguía adaptarme. Un día me empecé a fijar en un chico de mi clase. Se llamaba Mario. Con el tiempo nos hicimos amigos. Después de tres meses me pidió para salir. Me quería, y yo a él.

Yo siempre había ido por la vida como una chica vacilante. Un día de febrero había una fiesta en casa de un amigo, fuimos Mario y yo. Empecé a beber y a fumar. Había perdido hasta la noción del tiempo. Mario también iba mal pero yo peor. De lo que paso después no me acuerdo bien. Al día siguiente Mario me dijo que lo habíamos hecho sin condón.

Al día siguiente se lo dije a mi madre, para que me llevara a por la pastilla del día después.

Por suerte todo aquello fue un susto. Después de todas esas experiencias en mi vida, he aprendido a valorar las cosas más, a ser feliz. A no dejarme llevar por los demás.

Yo ahora tengo veintidós años y estoy viviendo la vida como nunca.

Elena González García
4º A